Sobre la identidad marika….

Marika o Maricón, es el insulto que me han dirigido durante años mientras era pequeño. Para hacerme sentir diferente raro y mal. Algo había malo en lo que yo era o en como yo actuaba. Algo que incomodaba al resto de los niños. Yo no tenía que hacer nada ni dirigirme a ellos ni mirarles o retarles. Mi sola existencia les incomodaba y parece ser que insultarme y marcarme como marika era una necesidad irrefrenable para ellos. Maricón, nenaza, sarasa…

Los marikas somos muchos, eramos los amigos de las niñas, los que jugábamos mal a fútbol, los que nos gustaba la música o bailar o quizás vestir de colores suaves… tal vez solo hablábamos más despacio que los demás y movíamos demasiado la mano al hacerlo. Eso nos convertía en un objetivo claro que desplazar y humillar. Los otros niños marcaban posiciones y dejaban claro que ellos se colocaban en una posición de superioridad y que había algo errático en nosotros.

La mayoría de esos niños fuimos creciendo y acabamos sintiéndonos atraídos sexualmente por los hombres. Llegó la adolescencia y aunque teníamos escasos referentes para legitimar nuestra identidad y nuestros deseos, aunque nos daba miedo y habíamos interiorizado que había algo malo dentro de nosotros fuimos poco a poco aceptando estos deseos y expresando como nos sentíamos. Relacionándonos sin miedo y construyendo una autoestima que tenía sus agujeros.

Después pudimos utilizar el término gay. Parece que esta palabrita mágica normalizaba nuestros identidades. Se dice de que la homosexualidad es una opción sexual más y que la única diferencia que habría entre un hombre y un gay , es que el segundo se acuesta con personas del mismo sexo. 

El ansía de normalización es legítima y natural en todos los seres humanos, somos seres sociales y queremos ser aceptadxs por la comunidad, vistxs como unx más. Pero me pregunto, realmente quiero ser un hombre normal? realmente lo único que me diferencia y quiero que me diferencie del resto de los hombres, es que me voy a la cama con otro “hombre”? Quizás hay algo más en ese sistema que ahora me deja un hueco y me ofrece cierta normalización con lo que no estoy de acuerdo. Ese mismo sistema es el que permitía que se me humillase de pequeño y que provocó que durante mi adolescencia y primera juventud tuviese que lidiar con aquello de salir del armario. Y salir del armario es todo un proceso. Aceptar nuestros gustos, comenzar a tener relaciones a escondidas, por Internet o visitando baños de centros comerciales y parques. Quizás tener una primera relación sexual con un hombre 20 años mayor siendo adolescente. Finalmente poder integrar esas relaciones en el día a día sin nada que ocultar a los demás, amigos familias, curro (ya, los parques y los baños siguen teniendo su rollo :)) 

Algunos crecimos y no acabábamos de sentirnos cómodos con ese término gay y esa supuesta normalización. Sentíamos que nuestra identidad se tenía que construir desde otro lado y no desde las normas que nos habían marcado como diferentes y raros anteriormente. Así que adoptamos el insulto marica como identidad política de resistencia, cuestionando lo normativo y no queriendo integrarnos en ello.

Pero qué es lo normativo? Es un sistema de géneros que determina lo que es ser hombre y ser mujer. Los hombres seremos fuertes valientes dominantes y ni expresaremos ni sentiremos muchas más emociones que la rabia- La mujeres serán sumisas pasivas frágiles y dependientes. Además este sistema es desigual. El hombre domina y oprime a la mujer. Si eres marica y te sales de la norma se te reprimirá, si eres mujer sufrirás un sinfín de violencias y opresiones tanto si sigues las normas del género como si las desafías. Las personas trans son doblemente oprimidas y violentadas.

Es curioso como los marikas y los gays nos definimos básicamente por que nos gustan los rabos. Es decir por nuestros gustos sexuales. Sin embargo, cuando eramos pequeños, cuando nos insultaban llamándonos máricas muchos no teníamos todavía un deseo sexual construido de manera definida. Eramos solo niños que solo por ser, por expresarse de manera espontanea se nos insultaba de una manera:

Hay un error en pensar que lo que define si eres marika o no son tus gustos sexuales. Lo que define que seas marika es no encajar totalmente dentro del género hombre. Eramos marcados como maricas por esto, los niños que nos insultaban no lo hacían pq sabían o pensaban que deseábamos tener sexo con hombres sino pq de alguna manera no eramos lo que un hombre tiene que ser.

La violenta masculinidad dominante

Aquellos niños necesitaban reafirmar su propia identidad. Estaban inmersos en la construcción de su masculinidad. Esta, la masculinidad dominante es violenta de por si… pq se basa en el dominio de las mujeres lxs niños y cualquier sujeto dominable de un grupo ajeno al propio. 

El hombre y esta masculinidad se define y construye en la dominación de los otros. Ser hombre es ser capaz de dominar y disponer de cuerpos y cosas. (el rey, el guerrero, el político o el deportista todos necesitan ganar y dominar )

Para llevar a cabo la construcción hace falta mucha violencia… que después se aplicará contra los grupos dominados. Las maricas involuntaria o inconscientemente no encajamos en esa masculinidad así que somos vistos como un fallo que desestabiliza y que ha de ser reprimido.

La identidad política marica se construye cuando vamos haciéndonos mayores y no es más que una oposición consciente a este sistema de género maligno a esa masculinidad violenta.

Me parece inevitable que la identidad política marika debe ser feminista. Se opone al sistema de géneros desigual, reconoce y combate  las opresiones y violencias aplicadas a mujeres y trans principalmente

Los marikas asumimos la violencia recibida por situarnos  fuera de este sistema de géneros. Reconocemos y combatimos los privilegios de los hombres respecto a mujeres y trans. Aún siendo maricas, por haber sido socializados como hombres., seguimos teniendo un sinfín de privilegios de los que tratamos de desprendernos **

Además de que los privilegios son injustos no nos  sirven para establecer relaciones sanas y auténticas.  Por que no sirven para vivir identidades libres y genuinas y desarrollar todas nuestras capacidades como personas. Porque esto solo pasa cuando desafiamos el género y encontramos nuevas maneras de ser y relacionarnos fuera de sus normas.

Mundo Gay, misógino, homófobo y acrítico

El mundo gay de hoy en día es misógino. Rechaza todo lo que parece femenino.

Sí, se habla en femenino muchas veces pero qué casualidad que siempre se dice loka, histérica o marika mala. Y no , loco histérico y marika malo. Porque se relaciona lo malo con lo femenino. Estamos hartos de ver en las aplicaciones para ligar el culto a la virilidad y la plumofobia. Todo lo que se acerca a lo femenino se ha de despreciar demostrando que en el fondo en el mundo gay hay una homofobia interiorizada. Una necesidad imperiosa de demostrar que somos hombres y no mujeres… que aunque nos damos por el culo somos hombres de verdad ehh… Parece como si nos hubiésemos convertido en esos guardianes del género que eran los niños que nos insultaban de pequeños. En realidad creo que nos da miedo dejar de ser hombres y perder nuestros privilegios.

Además el mundo gay es completamente acrítico. Es un sujeto cómodo dentro del capitalismo que no cuestiona ninguna relación de dominación dentro de nuestra sociedad.

Las marikas no debemos caer en eso y hemos tejer de alianzas con grupos oprimidos, con bolleras mujeres, trans y también solidarizarnos con otros grupos oprimidos por clase raza capacidad. Tenemos que saber cuando nos colocamos en el lado privilegiado y también reconocer cuanto de nuestra verdadera personalidad ha reprimido el sistema para ser cada vez más libres y solidarios. Porque la masullnidad dominante además de ejercer poder y violencia sobre otros, asfixia y mata parte de nuestro ser, de nuestra personalidad.

Así que me vuelvo a preguntar, quiero ser un “hombre de verdad”?

Soy marica o soy gay…..?????

Yo, lo tengo claro

ABAJO EL HETEROPATRIARCADO

**https://www.youtube.com/watch?v=WVRKdakH6fw